Rencor, Resentimiento, Venganza,Odio (Ir en contra de la felicidad)

El resentimiento es una barrera para el crecimiento, la posibilidad de cambio y para la propia felicidad. La
mayoría de las personas no pueden disfrutar de día de hoy porque están enganchadas a algo que sucedió
en el pasado. Como en su momento no hicieron algo, no pueden vivir hoy en plenitud. Como hoy ya yo tienen
algo que en el pasado tuvieron, no pueden disfrutar el presente. Como alguien les hirió en el pasado, ahora
no pueden aceptar el amor.
Alguien te dañó en el pasado y ahora crees que tu vida no es la que debería ser por culpa de aquella
persona. Porque en el pasado algo te pareció injusto, hoy te sigues aferrando con afán a aquella
injusticia. Debido a alguna experiencia en la que te sentiste maltratado, has decidido no perdonar ni olvidar,
arruinar tu vida si es necesario, pero jamás pasar página.
Por muy terrible que haya sido lo que te ha pasado, el simple hecho de no querer soltarlo solo sirve para
hacerte más daño a ti. El causante de ese dolor sigue su vida y casi nunca se da cuenta de lo que ha
creado. Quedarte enganchado con la esperanza de vengarte y que esa persona sufra tanto como lo has
hecho tú es tarea inútil, pues eso nunca va a pasar. Si decides permanecer en ese pasado solo te harás más
daño a ti mismo, te impedirás vivir el presente y será imposible que accedas a la felicidad y a la paz
interior.
• Un amigo estaba resentido porque fue el pequeño de muchos hermanos y siempre el último en recibir.
De adulto decidió “castigar” al mundo por aquella “injusticia” haciendo cosas para llamar la atención,
como llegar siempre tarde, exigir ser el primero en todo o molestarse cuando a alguien le iban las
cosas bien.
• Muchas personas se quedan ancladas en el resentimiento porque su pareja les abandonó o les
engañó. Se aferran con tanto odio que se impiden abrirse a nuevas relaciones, dejan de confiar,
dejan de ver la belleza de la vida.
• Otras personas se aferran y no perdonan porque no les invitaron a una fiesta, porque alguien les
rechazó, porque alguien no apostó por su valía…
El resentimiento siempre conlleva el deseo de resarcimiento y por tanto de venganza. Es una disfunción
emocional que se produce por sentir RABIA EN VEZ DE TRISTEZA. Es decir, se vive como una injusticia lo
que en realidad es una pérdida. Culpas a otro por haber causado tus males cuando en muchas ocasiones tú
has contribuido a crear esa situación y aunque no lo hayas hecho, la realidad es que has perdido una
expectativa y lo que te toca es reflexionar y encontrar una salida para aprender de modo que aquello no se
vuelva a repetir.
La única manera de soltar el resentimiento es:

  1. Aceptar la pérdida, no engancharte al que la ocasionó. Reconoce que esperabas algo y no has sido
    complacido, no quieras rechazar esa verdad interior.
  2. Perdonar al otro por no ser la persona que tú esperabas: “perdono a mi padre por no ser el padre que
    yo deseaba”, “perdono a mi ex por no ser el marido/mujer que me hubiera gustado que fuese”.
    Cuando perdonas en lo profundo de tu ser sueltas al otro pero quien se libera eres tú. Es la medida
    más inteligente que puedes hacer por ti mismo.
  3. Agradecer que esa persona haya estado en tu vida para enseñarte algo sobre ti que sin su presencia
    no hubieses podido averiguar. “Gracias a que me abandonó he descubierto que era muy dependiente
    y complaciente”, “gracias a que me rechazó me he dado cuenta que puedo volar solo y libre”…
    Imagina que consigues vengarte, visualiza que lo peor del mundo le está ocurriendo a esa persona, visualiza
    su sufrimiento y dolor. ¿En verdad eso te libera? Olvídate de esa persona y haz tu vida, vive tu presente y
    agradece lo que te ha enseñado sobre sobre ti. Solo así podrás recuperar tus alas y volar lejos, libre y feliz.
    El resentimiento es el veneno que tú tomas esperando que el otro sufra. Pero el otro no va a sufrir, eres
    tú quien se está muriendo de tanto veneno que consumes.
    Si quieres ser feliz suelta el pasado. Si quieres venganza vive miserablemente enganchado toda una vida.
    Recuerda que vengarte nunca es hacer justicia.
    Deja que la vida se encargue de cada uno y tú haz lo que tengas que hacer por ti y por tu felicidad.

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